Raul Martí es un músico aún joven, pero se revela como uno de los valores a los que seguir con lupa, dotado con las habilidades necesarias para provocar un socavón emocional en la congestionada escena actual. Presenta su álbum debut “Evitaremos todo mal” que abre un canal entre la canción más desgarradora, la sensibilidad del nuevo pop y la indietrónica.
Cada diferente fase de su crecimiento nos muestra un rostro cambiante, con unos giros que recogen texturas que pueden recordar a James Blake o Bon Iver, pero que en realidad alumbran a una figura absolutamente única en el ecosistema estatal del pop alternativo de autor.
Queidem también se cita con Perfume Genius, Anohni, Erik Satie o Thom Yorke como marco de referencias para construir una auténtica Biblia de cómo edificar un pop que bebe tanto de la música coral y sinfónica como de la indietrónica y el cancionero experimental.
Desde su aparente fragilidad, pero con un pasional pulmón lírico, las canciones sangran y se agarran al suelo, como si fuera lo último que pueden hacer para conseguir prodigar su mensaje, convirtiéndose en un bálsamo de resiliencia y poderío. La sensibilidad amplificada que proyecta Queidem consigue curar heridas a medida que pasan los segundos de la escucha de sus canciones.