Combinando el pulso de la música electrónica con la cruda energía de sus directos, PVA se han convertido en un grupo de culto dentro de la escena de clubs londinense. “Blush”, su primer álbum, se mueve entre la electrónica más industrial, el synth pop y guiños de spoken word, con una actitud punk que puede recordar a Crystal Castles. A pesar de su corta trayectoria, ya han tenido tiempo para ser nominados a los premios Grammy o ser invitados al “Later…with Jools Holland”.
Con la voz de Ella Harris, los sintetizadores de Josh Baxter y la pegada a la batería de Louis Satchell, los directos de PVA muestran músculo y colmillo. Música para dejarse llevar y sudar en la pista de baile. Sus shows son una apisonadora, recomendable no perdérselos.